A 10 años del Ni Una Menos: “la deuda es con nosotras”

“La deuda es con nosotras”, así se define este año la consigna para los 10 años de la histórica y masiva movilización “Ni una Menos”, que surgió aquella tarde del 3 de junio del año 2015 cuando las calles de varias ciudades del país se llenaron de bronca y organización. Miles y miles de mujeres y diversidades salieron a decir BASTA. Esa semana, el asesinato de la adolescente Chiara Páez, en la ciudad santafesina de Rufino, había sido el detonante para que organizaciones feministas, vecinxs atuconvocadxs, movimientos estudiantiles y sociales, sacudieran las calles con los cuerpos hastiados de tanta violencia. El Congreso de la Nación se rodeó con el impulso que fue consigna para siempre: Ni Una Menos. Vivas nos Queremos.

Hace 10 años, el 3 de junio quedaría marcado en el calendario feminista para siempre. Un día que recuerda a todas las que faltan y las deudas del Estado ante el flagelo de la violencia que continúa.

Mientras los discursos de odio proliferan, las medidas de ajuste del gobierno nacional profundizan el vaciamiento hacia los programas vinculados a la prevención de la violencia de género. Aparece en la escena pública política un negacionismo de estas violencias por motivo de género, y se plantea que no existe una desigualdad estructural sexo genérico. Argumentos que se traducen en el recorte abrupto de presupuesto y la deslegitimación de leyes vinculada a la prevención, la identidad, el acompañamiento y el sostén económico para sobrevivientes e hijxs de madres víctimas de femicidios.

La misogonia que caracteriza al actual gobierno de la Libertad Avanza, tiene un grave impacto en la vida cotidiana de las mujeres y diversidades. “Estamos en emergencia”, dicen desde la Asamblea Ni Una Menos, y los fríos números de las estadísticas de femicidio desbordan.

Entre el 1 de enero y el 29 de abril de 2025, según el  Observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven”, hubo al menos 94 femicidios en nuestro país. “Lo que representa un aumento significativo en relación a los casos relevados para el mismo período del 2024 (78). A estos casos se suman 143 intentos de femicidios, el número más alto desde 2021”, explican desde el Observatorio, quienes elaboran las estadísticas a partir del análisis de medios gráficos y digitales de todo el país. Mientras que en la provincia de Córdoba, se registraron 8 femicidios, el doble de los ocurridos en el mismo período del 2024.

“No nos callamos más”

El origen de esta fecha, contrae una ruptura que se presenta en la sociedad como el “No nos callamos más”, una bisagra que permitió visibilizar en la esfera pública que estos crímenes y la violencia hacia las mujeres y otras identidades es por la condición de género, que implica una aceptación cultural, una normalización de ese estado de las cosas.

La organización y la red entre los familiares de víctimas y sobrevivientes, al igual que en la dictadura, permitió poner en el escenario público una realidad solapada, fragmentada, que respondía a etiquetas como: crímenes pasionales, mientras se indagaba hasta el hartazgo en la vida privada de la víctima para buscar los porqué de su propia muerte.

El 2015 fue un grito colectivo global que irrumpió contra todos esos estereotipos acumulados, no sólo socialmente, sino en otras esferas de poder e instituciones reproductoras del patriarcado como la justicia, la escuela, la iglesia, los medios de comunicación y el mismo Estado. Hoy las convocatorias proliferan ante la necesidad del encuentro y el sostenimiento de las redes de sororidad.

En Capilla del Monte, el Movimiento Plurinacional disidente y feminista organiza para este martes 3 de junio un encuentro, “una mateada transfeminista”; donde se compartirán afiches, poesías, música, una cartografía de luchas y experiencias, para armar “una memoria viva” de aquella fecha que hoy trasciende las latitudes y poder generar, dicen desde la organización: “un espacio para compartir nuestras voces, dolores y resistencias y recordamos a las que nos faltan en el territorio”.